El cambio climático ha provocado que la Antártida, conocida por sus vastas extensiones de hielo blanco, comience a tornarse verde. Un nuevo estudio realizado por universidades del Reino Unido ha detectado un preocupante crecimiento de vegetación en áreas donde antes era prácticamente imposible que se desarrollara, lo que alarma a la comunidad científica.
Según el estudio publicado en Nature Geosciences, los investigadores han detectado un aumento significativo de la vegetación, incluyendo plantas vasculares y algas, en un área de 44.2 km². Este fenómeno, impulsado por el calentamiento global, ha incrementado las áreas verdes en casi 12 km², afectando especialmente las Islas Shetland del Sur, lo que señala la gravedad del cambio climático en la región.
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